CAPITULO III: Ha Nacido un Sindicato

 


          Para el verano de 1975 las transformaciones continuarían en la Universidad de Sonora. Después del gran movimiento de 1973 donde la Preparatoria Central de la Universidad se convirtió en un espacio de lucha constante entre las facciones en pro y en contra de la Ley Orgánica, el Gobierno del Estado de Sonora en un afán de tratar de disminuir la carga económica y política sobre la UniSon, promulga el 8 de Julio de 1975 una Ley que crea el Colegio de Bachilleres de Sonora. Una semana después, el Consejo Universitario se reúne para evaluar la posibilidad de cerrar las Preparatorias que dependen de la Universidad de Sonora. La idea del Colegio de Bachilleres fue una iniciativa que el Rector solicitó al Presidente Echeverría “para que el gobierno federal absorbiera las preparatorias en virtud del fuerte gasto que representan”. Para el 18 de Julio el Consejo Universitario aprueba la iniciativa de cerrar las preparatorias de la UniSon así como la Escuela Secundaria, quedando solo carreras profesionales en la administración universitaria. Con ello, la Universidad perdería el control de buena parte de la preparación académica pre-universitaria.

 

          La inestabilidad política también afectó al Estado de Sonora en esos años. Por el día 25 de Octubre de 1975, una serie de hechos violentos en el sur de Sonora motivaron la renuncia del Gobernador, Lic. Carlos Armando Biebrich Torres, bajo el desconcierto y la incredulidad por los acontecimientos. El Lic. Alejandro Carrillo Marcor es designado Gobernador sustituto cuyo período habría de concluir el 13 de Septiembre de 1979; el Lic. Biebrich sostuvo su gobierno por dos años, un mes y doce días, apenas un tercio de su mandato.

 

          Así también, a principios de 1976 una nueva  crisis se avecinaba sobre la Universidad de Sonora afectando de gran manera al trabajo académico de la Escuela de Ingeniería, ello motivado por la creación del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UniSon. Por esas fechas, el rector Castellanos manejaba la situación con mucha cautela pues las peticiones estipuladas bajo un Contrato Colectivo de los trabajadores presentado el 25 de Febrero, eran analizadas a principios del mes de Marzo sin contar con la presencia de los dirigentes ante el Consejo Universitario, actitud que los mantenía inconformes. Los trabajadores exigían el reconocimiento como Sindicato y la firma del Contrato Colectivo con un emplazamiento a huelga para el día 11 de Marzo. Sin embargo, el día 8 el Consejo Universitario declara improcedente las peticiones realizadas por el supuesto Sindicato por considerar ilegales las mencionadas solicitudes. El Consejo argumenta que “el STEUS no siguió los procedimientos legales para emplazar a la UniSon, y que antes de exigir la firma del contrato colectivo de trabajo debe recabar el reconocimiento del Sindicato por parte de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje del Gobierno del Estado, y que, con apego a Derecho, todo emplazamiento debe hacerse a través de la Institución”. Así también, el Consejo acusa a los trabajadores respecto a los daños que se han causado a las instalaciones universitarias y declara que “como forma de violencia, se ha recurrido a ensuciar los muros y recintos universitarios con leyendas injuriosas contra las personas y los funcionarios, hechos delictuosos que han sido denunciados a la Procuraduría General de Justicia; se han causado daños materiales en bienes universitarios, se han organizado mítines dentro del campus universitario, invitando a organizaciones y a personas extrañas a la Universidad de Sonora, pronunciándose frases injuriosas contra personas y autoridades universitarias con ánimo de ejercer presión e intimidación, para obtener por medio de la amenaza, la injuria y el daño, lo que debió reclamarse ajustándose a Derecho ante las autoridades competentes, y con todos esos actos han estado violando la autonomía universitaria”.


          Pero el emplazamiento se cumplió, y el Sindicato de Trabajadores decide paralizar a la Universidad el día 11 de Marzo activándose la confrontación Rector y Consejo Universitario contra los trabajadores que integraron al STEUS en ese momento. Al decir de la prensa, “una minoría ostensible de unos 30 obreros (de un total de 430) miembros del STEUS, apoyados por estudiantes expulsados de la Escuela de Economía y personas extrañas a la UNISON, hizo estallar ayer (11 de Marzo) a las 12:00 horas un movimiento de huelga como medida de presión para lograr la firma del contrato colectivo de trabajo y el reconocimiento oficial del sindicato por parte de la máxima institución educativa de la Entidad... la huelga, que es condenada acremente por la sociedad hermosillense, es la culminación de un movimiento de agitación que se vino gestando desde septiembre del año pasado”.

 

          Pronto, el Rector acusó también a los trabajadores huelguistas de violar la autonomía universitaria ya que, como lo expresó: “permitieron que personas extrañas a la Universidad y venidas de otras partes del país ejerzan control dentro del campus universitario”.  En el campus se observaba  desconcierto e intranquilidad, pues aunque los estudiantes consideraban justo el derecho de integrar un Sindicato de trabajadores universitario, no veían como conveniente el interrumpir las labores académicas; el movimiento laboral captaba cada vez más mayor cantidad de seguidores que estarían dispuestos a apoyar la interrupción académica... otros no tanto. Esta inestabilidad se reflejaba en pequeños hechos violentos y poca asistencia a las labores. Los maestros de Ingeniería se reunieron el día 15 de marzo en una asamblea en la cual tomaron la decisión de suspender las clases; un día después publicaron el siguiente comunicado:

 

A la Comunidad Universitaria

 

Los maestros de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Sonora, reunidos en Asamblea General realizada el 15 de Marzo del año en curso, después de analizar la situación que atravieza nuestra Escuela, acordamos declarar lo siguiente:

 

CONSIDERAMOS QUE:

 

a) La Universidad de Sonora y la Escuela de Ingeniería, debido al problema que plantea un grupo de trabajadores, ha visto completamente trastornado el ambiente académico,

b) Pese a las declaraciones en contrario, se ha impedido el paso a maestros de esta Escuela, llegándose a sacar a empujones a uno de nuestros profesores de tiempo completo más respetables y de más antigüedad,

c) La asistencia a clases ha sido muy irregular, por lo que es ilusorio continuar cubriendo el Plan de Estudios en forma sistemática,

d) Nuestras clases son interrumpidas por “comités de huelga” y asambleas que impiden el desarrollo eficiente de los cursos,

e) El ambiente de tensión impide la impartición de clases serena y eficientemente, por un lado, y la asimilación completa por el otro.

 

          Por las anteriores consideraciones y al sentir que no contamos con el apoyo académico de los alumnos de la Escuela de Ingeniería, quienes por un lado afirman querer clases, pero por el otro, nada hacen ante una situación en que un maestro es sacado a empujones de nuestra Escuela, hemos decidido SUSPENDER INDEFINIDAMENTE NUESTRAS ACTIVIDADES DOCENTES HASTA QUE LA UNIVERSIDAD DE SONORA Y LA ESCUELA DE INGENIERIA RECUPEREN EL AMBIENTE DE TRANQUILIDAD ACADEMICA QUE NECESITAMOS PARA REALIZAR NUESTRA LABOR EDUCATIVA.

         

          Por otra parte, acordamos manifestar nuestro apoyo decidido a la máxima autoridad de la Universidad de Sonora, que radica en el Consejo Universitario, quien dentro de las Leyes Estatales y Universitarias ha definido el marco de solución del problema planteado a nuestra Institución Educativa.

          Finalmente, deseamos afirmar ante la Comunidad Sonorense y Universitaria nuestra decisión inquebrantable de continuar trabajando por la grandeza de México y nuestra Universidad.

ASAMBLEA DE MAESTROS DE LA ESCUELA DE

INGENIERIA DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA

          Para el día 16 de Marzo otras Escuelas se suman al paro de Ingeniería, como son las de Agricultura y Ganadería (que lo hicieron el mismo día), y las de Enfermería y Contabilidad y Administración que lo hicieron al día siguiente. Para el día 17 el Rector Castellanos afirma: “es injusto que todo mundo esté esperando que el problema lo resuelva solo el Rector. Esto es un asunto que interesa a toda la sociedad: no es tarea de una sola persona. El que tenga cariño por la Universidad debe intervenir en la forma más positiva ,y adecuada para respaldarla”. Esta frase evidenciaba un llamado de apoyo a la sociedad sonorense para que contribuyera más directamente en el problema. Al día siguiente, el Consejo Universitario se pronuncia en contra de cualquier convenio de trabajo con el STEUS manifestando que “no solamente resulta inconveniente sino peligroso e improcedente la celebración de un convenio colectivo de trabajo con el STEUS, en virtud de que sus planteamientos no son formulados por la vía legal y además nos hemos podido percatar que la finalidad que busca el grupo no es precisamente de carácter laboral sino eminentemente político”.

 

          El día viernes 19 de Marzo a las tres de la tarde, el llamado del Rector se hizo efectivo y un grupo de estudiantes, trabajadores y padres de familia en su mayoría de la Escuela Secundaria, según se supo,  integraron el denominado “Comité Cívico Pro-Rescate de la Universidad de Sonora”, quien se hizo presente en los terrenos de la Universidad con el fin de solicitar el desalojo de las instalaciones a los miembros de la comunidad universitaria que se mantenían en huelga, hecho que evidentemente significaría una riesgosa invitación a la violencia. Con las consignas de “fuera comunistas”, “fuera los enemigos de la Universidad”, el grupo rescatista exigió la salida de los trabajadores de una huelga en su concepto “inexistente”, provocándose con ello el inicio de una riña nada satisfactoria, con jóvenes corriendo por todas partes y algunas peligrosas escaramuzas con armas de origen oriental acompañadas de las tradicionales pedradas que aún se recuerdan  con asombro por quienes intervinieron. Los afectados miembros del STEUS pusieron su denuncia ante el Gobernador Interino en ese momento, el Lic. Raúl Encinas Alcántar, tomándose la decisión de instalar la huelga en la Plaza Zaragoza frente al Palacio de Gobierno, aumentando la impopularidad del Rector Castellanos y de sus más cercanos colaboradores, entre los que se mencionaba al Ing. Gabriel Ibarra Félix. El denominado Frente Estudiantil de la Universidad de Sonora (FEUS) planteó la huelga general por parte de los estudiantes como medida de apoyo al STEUS, bajo la indignación del desalojo al que fueron sometidos.

 

          Tres días después del asalto a la UniSon, el CU emite un comunicado asentando que: 1. Reitera que las autoridades universitarias se mantienen abiertas al diálogo; 2. La UniSon insiste en que las controversias que fueron planteadas por el llamado STEUS deben resolverse conforme a las Leyes que nos rigen; 3. La UniSon a través del CU fija como condición para entrar al diálogo la de tratar exclusivamente con sus trabajadores o legítimos representantes sin intromisión alguna de alumnos o personas extrañas a la Institución; y 4. En el momento que se cumplan estas condiciones se iniciará el diálogo.

 

          Siguiendo con los acontecimientos, el día 23 de Marzo se constituye oficialmente un nuevo grupo laboral denominado “Sindicato Independiente de Empleados y Trabajadores al Servicio de la Universidad de Sonora, SIETSUS”, mismo que solicitó su registro ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado integrando a un total de 146 trabajadores de un total de 220 según se informó. Este sindicato competencia vino a complicar aún más la ya de por sí conflictiva situación, y fue considerado como “fantasma” por los miembros del STEUS declarando que “quienes lo encabezan son los mismos que dirigieron y participaron directamente en la agresión del día 19 de Marzo”.

 

          Por cuanto a las actividades académicas, aún éstas se encontraban interrumpidas,  declarando el Rector que las condiciones eran poco propicias para regresar a las instalaciones universitarias. Para el día primero de abril algunos estudiantes de Ingeniería se manifiestan solicitando la inmediata expulsión del Ingeniero Gabriel Ibarra Félix como Coordinador de la Escuela de Ingeniería, petición que realizan a través de un comunicado que hacen llegar al Rector A. Castellanos negándose  a volver a clases hasta que se cumpla tal solicitud. La decisión fue tomada en una Asamblea General, elaborándose un comunicado que fue firmado por 380 estudiantes de la Escuela; en el escrito se señala al Ing. Ibarra como “autor intelectual de muchas agresiones a universitarios”, a quien acusan también como el “responsable de que el nivel académico haya venido a menos en el Plantel”; el documento fue presentado al periódico Información por un total de 70 alumnos de la Escuela, al decir por la noticia aparecida el día 2 de abril de 1976 en el mismo rotativo. Mientras tanto, eran siete Escuelas de la UniSon las que mantenían también en un estado de huelga académica “hasta en tanto no renuncie el Lic. Castellanos a la Rectoría”; ellas eran: Derecho, Economía, Altos Estudios, Ciencias Químicas, Ingeniería y Contabilidad y Administración.

 

          El mencionado “Comité Cívico Pro-Rescate de la UniSon” acuerda entregar simbólicamente las instalaciones de la Universidad el último día del mes de marzo a los representantes del SIETSUS, las cuales tenían bajo custodia desde el 19 de Marzo. Mientras tanto, el STEUS que días antes había solicitado registro ante las autoridades laborales recibiendo una primer negativa, se aprestaba a cumplir nuevamente con la solicitud de autorizar legalmente  su organización. Con esta simbólica “entrega”, el rector procede a dar instrucción para que “los Coordinadores y Jefes de Departamento se reintegren al campus universitario a fin de reanudar las actividades administrativas”. El Consejo Universitario, por su parte, decide el día primero de abril citar a labores académicas para el lunes 5, autorizando al Rector Castellanos para que  integre una Comisión con amplias facultades para entablar pláticas con el SIETSUS y eventualmente negociar un Contrato Colectivo de Trabajo. La reanudación de clases queda a criterio de cada Coordinador Ejecutivo, a fin de lograr los ajustes al calendario según lo juzgue pertinente para recuperar el tiempo perdido, que a la fecha era de 20 días naturales. Por otro lado, el STEUS aún mantenía su lucha por lograr el objetivo de un Contrato Colectivo organizando el día 2 de abril una gran manifestación apoyado por estudiantes y vecinos de la ciudad; la manifestación se organizó después de un mitin de información, en el que algunos estudiantes declararon que no regresarían a clases “hasta que Castellanos y su grupo pro-fascista salga de la UniSon”. Entre los asistentes se encontraba el asesor jurídico de la UNAM, quien manifestó que el salario de los trabajadores “es un salario para perros y no para los obreros”; aunque la marcha de protesta cruzó por la Universidad, no se presentaron actos de violencia.

 

          Después de siete intentos, el día 6 de abril finalmente la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado de Sonora decide otorgar el registro oficial al sindicato STEUS, dándole el carácter de “organización obrera de jurisdicción local”, ya que al decir del titular de la dependencia, “el STEUS cumplió con los requisitos de fondo y forma que establece la Ley Federal del Trabajo”. Para esas fechas, el Sindicato SIETSUS ya había firmado un Contrato Colectivo de Trabajo con las autoridades de la UniSon dos días antes, dando un plazo de 48 horas para que los trabajadores se reintegraran al campus con amenazas de despido en caso de no hacerlo, complicando con ésto cada vez más la situación. Un nuevo mitin y marcha del STEUS mantenía vivas y en pié de lucha sus demandas. El plazo venció y nada sucede. Por su parte, los representantes del STEUS solicitan un amparo para protegerse en contra de los arreglos legales y amenazas del SIETSUS y la UniSon.

 

          Mientras tanto el Gobernador del Estado se encontraba por esos días bastante ocupado. La creciente inestabilidad política ocasionada por problemas de índole agrario en el Sur de Sonora aún no se resolvía adecuadamente, situación que motivó la asistencia del Presidente Luis Echeverría al lugar del conficto el día 19 de abril. El problema empezó cuando un millar de campesinos invadieron el Block 407 del Valle del Yaqui el pasado 3 de Abril, quienes armados con rifles y pistolas declararon su postura:  solo muertos dejaremos esta tierra y estamos dispuestos a seguir peleando”. El presidente vino a calmar los ánimos e instruyó a sus colaboradores para llegar a un arreglo satisfactorio; el Gobernador tenía 15 días en Cd. Obregón atendiendo directamente el problema.

 

          Ya instalado en sus oficinas del Palacio de Gobierno, el Lic. Alejandro Carrillo Marcor atiende el día 21 de abril la solicitud de entrevista girada por los representantes legales del STEUS  aceptando intervenir de mediador en el problema. Por su parte, el Rector Castellanos declara enfáticamente que todos los profesores de la Universidad deberán de presentarse a la Universidad  e impartir la materia “así asista solo un alumno”; también asegura que ve con buenos ojos la participación del primer mandatario del Estado en el conflicto. Los miembros del STEUS y estudiantes en apoyo, por su parte, declaran con igual valor la postura de no asistir a las labores hasta en tanto no se resuelva favorablemente las demandas exigidas. Una vez más la Escuela Preparatoria se convertiría en escenario de batallas campales el día jueves 22 de abril, participando estudiantes con posiciones políticas encontradas. Los palos, varillas y piedras hicieron acto de presencia reafirmando una crisis que ya tenía casi mes y medio sin resolverse.

 

          Por otra parte, en vista de la “apatía de los estudiantes por asistir a clases”, la Asamblea de Maestros de la Escuela de Ingeniería acordó suspender todos aquellos cursos que no se reanudaran satisfactoriamente para el día lunes 26 de abril, indicando en un boletín que a continuación se reproduce:

 

A LOS ESTUDIANTES DE LA

ESCUELA DE INGENIERIA

 

          Los profesores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Sonora, reunidos en asamblea el día 20 de abril del año en curso, considera:

a).- El nivel académico de las cursos reclama que éstos se impartan cubriendo íntegramente los programas de estudio. Para ello se necesita un número determinado de clases y un ritmo de estudio adecuado,

b).- El Consejo Universitario, máxima autoridad universitaria, hizo un llamado a los estudiantes de la UniSon para que se presenten a clases a partir del 29 de marzo,

c).- La iniciación de labores de cada curso (materia), no puede prorogarse indefinidamente, sin perturbar las labores académicas y administrativas del próximo semestre,

d).- El sistema académico y administrativo de la Escuela de Ingeniería está diseñado en base a materias y créditos, no por semestres. Por lo tanto, la suspensión de un curso en el presente período puede realizarse sin perturbar la marcha de la Institución en ciclos posteriores.

 

          Por lo anterior acordamos manifestar:

 

 PRIMERO.- Que los profesores de la Escuela de Ingeniería están en la mejor disposición de impartir sus materias a los alumnos que se presenten a las aulas,

SEGUNDO.- Que los cursos (materias) que no hayan iniciado sus labores el próximo LUNES 26 DE ABRIL, tendrán que ser suspendidos, impartiéndose de nuevo el próximo semestre a partir del 16 de agosto,

TERCERO.- Que se fije de acuerdo a los reglamentos universitarios una fecha límite para que los estudiantes se reincorporen a los cursos.

 

ASAMBLEA DE PROFESORES

DE LA ESCUELA DE INGENIERIA

 

          Sin embargo, esta solicitud tuvo poco impacto en una Escuela donde varios alumnos habían acordado con anterioridad solicitar la remoción de su Coordinador, por lo que las cosas continuaron tal y como estaban. Por su parte, el Comité Pro-Defensa del Orden Universitario, facción contraria al grupo de estudiantes en apoyo a los trabajadores, emite un comunicado después de los hechos violentos de la Preparatoria que por la cantidad de información interesante que contiene procedemos a reproducir:

 

 

A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

A LA OPINION PUBLICA

 

          Respondiendo al llamado hecho a las autoridades Universitarias para que se reanudaran las clases tras la interrupción provocada por la intromisión del Grupo Activista que promovió la huelga del STEUS, los compañeros preparatorianos se presentaron a clases dándole la espalda a lo que piden los activistas de no regresar a la Escuela hasta la renuncia de todas las autoridades universitarias.

          Viendo que los preparatorianos optaron por el estudio en lugar de hundir a la Universidad en el caos, los activistas se dedicaron el lunes 19 a tratar de sacar a los compañeros de la Escuela preparatoria insultándolos y obligándolos al abandono de clases.

          El alumnado se negó a suspender sus labores escolares y exigió a los activistas que abandonaran la Escuela y no asistiendo a sus falsas asambleas.

          Ayer por la mañana los activistas comunistas asaltaron en forma violenta la Escuela Preparatoria, en número de 60 armados con garrote y varillas entraron golpeando a los preparatorianos que ahí se encontraban, expulsándolos con violencia de la Escuela.

          En el momento en que los activistas asaltaban la Preparatoria, varias patrullas de las Policías Prefventiva y Judicial se encontraban en el lugar y observaron como sacaron las varillas, los garrotes y piedras de los carros que llevaban. Los activistas comunistas en ningún momento fueron molestados por los policías Judiciales y más bién se vió que los iban protegiendo.

          Al ser arrojados los preparatorianos por la fuerza de su Escuela, la policía judicial detuvo a varios jóvenes simpatizantes de este Comité.

 

          Preguntamos a la comunidad universitaria:

 

          ¿ES LICITO QUE UN GRUPO DE DELINCUENTES que hace dos años mataron a cuatro policías y que actualmente tienen semiparalizada a la Unviersidad de Sonora, reciban protección policial para golpear a los Universitarios y mantener un estado de agitación y violencia dentro de una Escuela que estaba trabajando normalmente?

          ¿Se considera normal que la policía judicial se de tiempo para detener anticonstitucionalmente a estudiantes que repudian al activismo comunista y no sea capaz de detener legalmente a los delincuentes que duermen en la PLAZA ZARAGOZA y que tienen una orden de aprehensión en su contra y otros que hace días golpearon a un estudiante de agricultura?

          Por todo lo anterior, se ve claramente la protección de Raúl Encinas Alcántar, Secretario General de Gobierno para los enemigos de la Universidad y del Pueblo de Sonora.

          Es por eso que nuestro Comité denuncia públicamente la agresión a nuestros compañeros preparatorianos y la detención de nuestros simpatizantes, ya que no hay ningún cargo o acusación legal en contra de ellos.

          Hacemos un llamado a todos los estudiantes de Preparatoria y a todos los estudiantes Universitarios y al Público en general para que se de cuenta de que el problema universitario fue creado por los activistas y apoyados por malos funcionarios del Gobierno del Estado que saben perfectamente bién a donde van los comunistas.

          Hacemos responsables a las Autoridades Estatales de las detenciones arbitrarias de nuestros simpatizantes y de lo que pueda sucederles, así como denunciamos a toda la opinión pública el descarado apoyo económico y político  de esos malos funcionarios a los activistas del STEUS.

 

COMPAÑERO PREPARATORIANO ¡NO PERMITAS QUE LOS ACTIVISTAS PARALICEN LA PREPARATORIA!

 

¡ASISTE A CLASES Y CONTINUA TUS ESTUDIOS!

 

COMPAÑERO UNIVERSITARIO ¡NO PERMITAS QUE LOS ACTIVISTAS COMUNISTAS ACABEN CON LA UNIVERSIDAD!

         

ATENTAMENTE

 

COMITE PRO-DEFENSA DEL ORDEN UNIVERSITARIO

 

 

          El clima de tensión y violencia habría de continuar, y en un nuevo movimiento el grupo trabajadores y estudiantes en apoyo a la huelga laboral decide “tomar” de nueva cuenta las instalaciones de la Universidad el día jueves 29 de abril, poniendo las cosas tal y como empezaron 40 días antes. Varillas, palos y piedras hicieron acto de presencia de nuevamente, y en treinta minutos las instalaciones universitarias cambiaron de dueño; algunos “descalabrados” llegaron a ser atendidos por estudiantes enfermeras de la Universidad y en las instalaciones de la Cruz Roja. Ese mismo día, las autoridades laborales habían negado el amparo a los trabajadores afiliados al STEUS, con lo cual la situación tomaba un sesgo más crítico para el movimiento. No se hicieron esperar desplegados en la prensa criticando los hechos por parte de algunos Coordinadores Ejecutivos de las Unidades Académicas y grupos de apoyo al Rector, éstos últimos señalando además que el Secretario de Gobierno y colaboradores apoyan con recursos económicos al movimiento sindical. Los trabajadores abandonan la Plaza Zaragoza el día 30 de abril después de 41 días en el “exilio”.

 

          Posteriormente, el día domingo 2 de Mayo el Consejo Universitario se reúne y por segunda ocasión (antes lo había hecho en 1973), toma la decisión de autorizar al rector para “solicitar la intervención de la fuerza pública dentro del campus universitario hasta normalizar las actividades internas, administrativas y académicas”. Se dijo que se daría un plazo de siete días para que los inconformes abandonen pacíficamente la Universidad, acordando “hacer una denuncia ante las autoridades competentes de la totalidad de los hechos que han venido aconteciendo en la Universidad de Sonora”. Ciertos Consejeros Universitarios que no votaron a favor de esta iniciativa se manifestaron en un valiente escrito público:

 

 

A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA

A LA OPINION PUBLICA

 

          Los abajo firmantes asistimos a la sesión extraordinaria del Consejo Universitario de la Universidad de Sonora efectuada este día en el edificio Quiñones (sitio en Veracruz y Boulevard Rodríguez) a partir de las 10 Hs., en donde se aprobó por 24 (veinticuatro) votos lo siguiente:

 

          “Exigir la intervención de la fuerza pública dentro o fuera del campus universitario, otorgándole un plazo máximo de siete días para que intervenga para legalizar la situación universitaria y normalizarla consecuentemente”.

 

          QUEREMOS DEJAR CONSTANCIA PUBLICA DE QUE LOS SUSCRITOS NO VOTAMOS A FAVOR DE DICHA PROPOSICION POR CONSIDERARLA AMBIGUA Y PELIGROSA.

 

          Por último, observamos que por Ley el Consejo Universitario debe estar integrado por 54 miembros (cincuenta y cuatro), de los cuales hay actualmente 47 (cuarenta y siete) efectivos, asistiendo 32 (treinta y dos) a dicha sesión.

 

          Este escrito lo firmaron siete consejeros, entre los que se encontraban distinguidos universitarios como el Mat. Marco A. Valencia Arvizu e Hilda Benítez de Lebrún; Silverio Cabrera F., quién representaba a los estudiantes de Ingeniería y los respectivos de la Preparatoria de Magdalena (2), Altos Estudios (1) y Ciencias Químicas (1) completaban la lista de firmantes.

 

          El Secretario General de Gobierno, Lic. Raúl Encinas Alcántar, declaró por su parte que no consideraba que el desalojo de quienes están apoderados de la Universidad de Sonora “solucione el problema que enfrenta esa casa de estudios, sino que empeorará la situación”. El Gobernador A. Carrillo M. se encontraba por esas fechas en la Cd. de México, reponiéndose de una bronconeumonía que lo mantenía por el momento fuera de sus actividades normales, y envía un comunicado el día 5 de Mayo diciendo:

 

Al Pueblo de Sonora:

A la Comunidad Universitaria:

 

          Por encima de intereses personales, de grupo o de facción, quiero unir mi voz a la de miles de sonorenses que estamos empeñados en superar la actual crisis de nuestra Máxima Casa de Estudios.

         

          Entiendo a la Universidad de nuestro Estado como el más alto foro en el cual deben y pueden debatirse -sin excepción- todas las ideas; la guerra de las etiquetas ideológicas no cabe en un auténtico centro de cultura superior; los dogmas filosóficos, políticos y religiosos no deben imponerse ahí. La discusión libre, libérrima debe ser característica esencial

 

          Nuestra Universidad no debe considerarse como un bién mostrenco. Pertenece al Pueblo de Sonora que con su esfuerzo la ha creado. No debe, por tanto, ser botín de facciones de encontrado  signo político que se la disputen como su propiedad exclusiva, tremolando la bárbara divisa de “la razón de la fuerza”, en lugar de la universitaria “la fuerza de la razón”.

          Inspirado en estas ideas, y con el debido respeto a la autonomía de nuestra Casa de Estudios, deseo hacer un nuevo y amigable intento tendiente a coadyuvar en la superación del actual conflicto, habida cuenta de que no hubo buen éxito en nuestro empeño de abrir cauces legales para dar solución al problema laboral, cuando las autoridades competentes acordaron oficialmente que fuesen registrados en la Junta de Conciliaciópn y Arbitraje los dos sindicatos integrados por trabajadores de nuestra más alta Institución Cultural, dejando así abiertas las vías jurídicas para lograr la titularidad del respectivo convenio colectivo de trabajo.

          Animado por el más alto interés de Sonora, formulo este llamamiento a los integrantes de la Comunidad Universitaria para que de inmediato regresen a sus labores para salvar así, en un esfuerzo común y solidario el actual semestre escolar.

          Es seguro que reencauzadas las tareas de docencia e investigación, se darán las condiciones necesarias para que los universitarios definan democráticamente sus propios intereses.

          De esta manera, la actividad académica hará pronto posible que, en un clima de paz y entendimiento, el Consejo Universitario renueve sus cuadros representativos, de acuerdo con lo que establece la propia Ley Orgánica de la Universidad.

 

Lic. Alejandro Carrillo Marcor

Gobernador del Estado

 

          El denominado Comité Cívico de Padres de Familia de la Universidad de Sonora envía también un comunicado al Presidente Lic. Luis Echeverría A. para solicitar “su intervención directa, inmediata y con la energía necesaria tendiente a resolver el conflicto universitario de Sonora motivado por fuerzas extrañas, reaccionarias y negativas que solo tratan de sembrar el caos y la inseguridad en nuestro Pueblo”. Así también, un grupo de estudiantes formaron un “Comité Pro-Reanudación de Clases”, definiéndose como una sociedad apolítica y quienes se dieron a la tarea de realizar una encuesta de opinión entre la comunidad hermosillense; de ahí obtuvieron el resultado de que más de 5000 padres de familia exigen la reanudación del trabajo académico. Por su parte, el STEUS recibe muestras de apoyo de varias Universidades del País, entre las que se encuentran la de Hidalgo, Nayarit, Zacatecas, Sinaloa, Morelos, Oaxaca y Veracruz, en donde se habló inclusive de un paro nacional de labores hasta de 22 Universidades.

 

          Los trabajadores del STEUS, por su parte, en un intento por resolver el problema invitan al Rector para el 12 de Mayo a las 10:00 horas a fin de iniciar el diálogo. El rector acepta la invitación de entablar las primeras pláticas de avenimiento con los líderes del Sindicato dos meses después del estallamiento de la huelga. Se difundió también que el día 11 el rector partió a la Cd. de México en donde se entrevistaría con el Gobernador del Estado y con funcionarios del Gobierno Federal para plantear la situación universitaria. En la Universidad, pequeños grupos de estudiantes empezaron a acercarse en una tímida vuelta a clases, aunque la mayoría de los maestros no acudieron porque se consideraban las condiciones poco propicias.

 

          Un grupo de madres de familia se agruparon y en una manifestación se dirigieron al Gobernador Interino Lic. Encinas Alcántar con la finalidad de presentar su particular ultimátum: “desalojaremos a quienes tienen paralizada la Universidad si para el lunes 17 no se arregla el conflicto”. El Lic. Encinas Alcántar explica que el Gobierno del Estado “podría  intervenir pero no con violencia, sino buscando los medios más adecuados”. Es importante mencionar que el día 18 de Mayo, según la agenda prevista, el candidato del PRI a la Presidencia de México Lic. José López Portillo llegaría a Hermosillo en una gira proselitista. Ese mismo día, públicamente el Gobernador hace una decorosa propuesta basada en el siguiente manifiesto:

 

EL GOBERNADOR DEL ESTADO PROPONE EL ARBITRAJE EN EL CONFLICTO LABORAL

 DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA

 

          A mi regreso de la Cd. de México leí con todo detenimiento los documentos aparecidos en la prensa local, firmados por el señor Rector de la Universidad de Sonora y su asesores jurídicos en relación con el conflicto laboral que encara nuestra máxima casa de estudios.

          Sabe bién la opinión pública que la presente administración no creó ni es la causante del actual problema laboral por el que atraviesa la Institución. Sus raíces se remontan al año de 1973, cuando en dos ocasiones, en agosto primero y en noviembre después, el sindicato de trabajadores y empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) solicitó su registro a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y le fue negado. La petición se reitera en Octubre de 1974 con los mismos resultados.

          En cambio, al plantearse una demanda similar al actual Gobierno, una vez que fueron satisfechos los requisitos que establece la Ley Federal del Trabajo, se procedió al registro tanto del Sindicato Independiente de Empleados y Trabajadores al Servicio de la Universidad de Sonora (SIETSUS), como del propio Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS), todo ello en un plano de imparcialidad y con estricto apego a las normas vigentes.

          Cada agrupación sindical, por una parte, afirma que representa los intereses mayoritarios de los trabajadores de la Institución. Por la otra, el diálogo entablado entre el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) ha sido interrumpido, lo que ha conducido a un estancamiento que mucho preocupa a la comunidad sonorense.

          Ante la situación que prevalece y consciente de su responsabilidad social, el Ejecutivo a mi cargo, respetando la libertad sindical y la autonomía universitaria, en una afán de buscar un camino que conduzca a una solución viable, propone el arbitraje a las partes en pugna como medio para resolver la controversia.

          De aceptarse la proposición, el Gobierno del Estado estará presto a participar. Ya quedó demostrada su imparcialidad al facilitar las oficinas de la DIRECCIÓN DEL TRABAJO local que fue considerado neutral por ambas partes para que se llevasen a cabo las pláticas entre el señor rector y sus asesores con los directivos del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS).

          Formulo finalmente un nuevo llamamiento a la concordia y al entendimiento que permitan la pronta normalización de las actividaes universitarias en un clima de paz y de mutuo respeto.

 

Lic. Alejandro Carrillo Marcor

Gobernador del Estado

 

          Finalmente, el día 18 de Mayo el candidato Lic. López Portillo llega a Hermosillo y los periódicos reproducen a 8 columnas la frase: Revifica visitar Sonora: López Portillo”. Sonora tenía problemas bastante serios por esas fechas, como el caso de la Universidad de Sonora, huelgas de algunas Empresas y el peligroso lío agrario del sur que motivó la salida del Gobernador Biebrich a finales de 1975; en realidad el Lic. López Portillo debió pensar mejor esa frase.

 

          El llamado al referéndum fue bién visto por todos, y el Rector Castellanos responde señalando al Gobernador que tomando en cuenta “sus encomiables propósitos de mediación en dicho conflicto, nos permitimos manifestarle que las autoridades universitarias aceptan gustosamente la sugerencia de su arbitraje”. Añade además que “en virtud de que el sindicato STEUS propone a su vez determinadas condiciones previas a dicho arbitraje, consistente en llevar a cabo un diálogo entre las partes interesadas, con su intervención y ante su presencia personal a fin de fijar las modalidades y los lineamientos de fondo para un acuerdo definitivo en cuanto al recuento de los trabajadores, le participamos que aceptamos dicho procedimiento, por lo cual esperamos que nos comunique lugar, día y hora para iniciar esas pláticas”. Así también, el SIETSUS se manifiesta positivamente declarando que “aceptamos su mediación y el recuento que se sirva hacer de los trabajadores afiliados a cada grupo, porque consideramos que su presencia será la más absoluta garantía para los miembros de nuestro grupo de que podrán emitir libremente su voto sin coacción, violencia o presión alguna”.

 

          El jueves 20 de mayo, con las representaciones del STEUS, SIETSUS y de la Universidad de Sonora, se reunieron en un clima de tranquilidad y  de respeto por más de 2 horas con el Gobernador,  aceptando comprometidamente a respetar los resultados del recuento. Después de una semana de negociaciones bajo la mirada del Gobernador, se llega a un acuerdo acerca de las condiciones y logística para llevar a cabo el referéndum, mismo que a continuación se señala:

 

1. La Ciudad de Hermosillo será considerada como sede principal del recuento y los trabajadores de las Unidades Foráneas que lo deseen tendrán todas las facilidades para trasladarse a esta capital. Quienes por alguna razón no puedan o no quieran venir a Hermosillo, estarán en posibilidades de emitir su voto en las poblaciones en donde laboran.

2. Quedó definitivamente aceptado que el lugar de la votación será la Sala de Plenos del Palacio de Justicia,

3. En señal de la buena que las ha impulsado durante las pláticas y en un gesto de comprensión a la situación familiar de muchos trabajadores, las Autoridades Universitarias estuvieron de acuerdo en pagar los salarios pendientes hasta la fecha del recuento.

4. Independientemente del resultado de la votación, la Universidad otorgará todas aquellas prestaciones que beneficien a los trabajadores, a pesar de que no se encuentren incluidas en el contrato actualmente con el SIETSUS. Esto se refiere en particular a las concesiones de ciertas cafeterías que funcionan en los campos universitarios y al establecimiento de convenios con diversos comercios de la localidad con el objeto de lograr mejores precios para sus empleados.

5. Sin importar el Sindicato triunfador y por considerar que se trata de una legítmia aspiración de sus servidores, la Universidad establecerá una Guardería Infantil que comenzará a funcionar el próximo mes de septiembre.

6. Tras prolongados intercambios de opiniones y por absoluto consenso, las partes llegaron a un acuerdo definitivo sobre los empleados que deben ser considerados de confianza para los efectos del recuento, y de común acuerdo se elaborarán las listas de los trabajadores con derecho al voto.

7. Sin importar cual de los dos sindicatos resulte con mayoría, las partes aceptaron que no habrá represalias de ninguna especie.

8. Si como consecuencia del recuento se llegase a discutir un nuevo convenio, el STEUS acepta de antemano suprimir cualquier cláusula que implique alguna injerencia en cuestiones académicas o administrativas de la Universidad.

 

          Finalmente, un día después se acuerda celebrar el recuento en las instalaciones del Palacio de Justicia, mencionándose que los salarios caídos se pagarían al término de los resultados de la votación independientemente de quien resultara ganador. Si el cómputo favoreciera al SIETSUS, continuaría vigente el Convenio firmado con anterioridad; en caso contrario, se permitirían adiciones por parte del STEUS. Las votaciones se efectuaron tranquilamente el día señalado resultando ganador el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS) por 205 votos a su favor, 146 a favor del SIETSUS y 19 abstenciones, según el conteo dado a conocer a las 18:00 horas del día 2 de Junio de 1974. El Gobernador Carrillo Marcor declaró satisfecho: “esta es una demostración de que todo es posible resolverlo por la vía del diálogo”. Las pláticas para el nuevo Contrato Colectivo se iniciaron en forma inmediata.

 

          Resolver el problema con la implementación de un referéndum fue todo un éxito, y la idea era buena para aplicarla ahora en favor de la búsqueda de una nueva autoridad universitaria; al considerarse entre la comunidad  la posibilidad de realizar un prebiscito para reafirmar la autoridad del Rector actual, la solicitud fue formulada por prestigiados docentes de la Institución, y en su parte medular del documento publicado el 5 de Junio menciona lo siguiente:

 

PRIMERO.- Considerando que en el actual conflicto ha sido cuestionada la autoridad moral del Lic. Alfonso Castellanos I. como Rector de nuestra Universidad, se plantea la posibilidad de conocer la opinión de las bases en cuanto a efectuar o no la destitución del mismo,

SEGUNDO.-Ante la situación anómala que prevalece, y considerando que el actual Consejo Universitario no ha podido resolver la crisis actual, creemos deba procederse a integrar la instalación de un nuevo CU, mismo que debió efectuarse en el mes de abril del año en curso de acuerdo al Artículo XII de la Ley Orgánica 103 de la Universidad de Sonora. En base a estos señalamientos deberán ser los miembros de la comunidad universitaria los que decidan la conveniencia de la instalación inmediata del nuevo CU.

TERCERO.- Teniendo en cuenta que la actuación y designación de algunos Coordinadores de diferentes Escuelas ha contribuido al aumento de los problemas, es necesario que cada Escuela emita su opinión respecto a la ratificación o destitución del Coordinador Ejecutivo de las mismas, en virtud de que tal decisión nopuede tomarse en los propios Consejos Directivos como corresponde ya que privan las siguientes circunstancias:

a) La falta de Consejo Directivo en algunas Escuelas,

b) Desintegración de los mismos en otras escuelas ya que sus miembros no pertenecen ya a la Comunidad Universitaria,

c) El Consejo Directivo para el período escolar actual no ha sido instalado en ninguna de las Escuelas, por lo que existen sectores de la comunidad universitaria sin representación.

          Aclarándose que quienes deseamos el plebiscito solicitaremos la mediación del C. Gobernador Alejandro Carrillo Marcor para que con su solvencia moral actúe única y exclusivamente en la designación de Notarios Públicos que recaben el auténtico sentir de la comunidad universitaria.

          La realización del Plebescito deberá efectuarse con el siguiente mecanismo:

1.- Los Notarios Públicos deberán ser los designados por el mediador del Plebiscito,

2.- Cada Escuela emitirá un solo voto, en que estará presentada la opinión de maestros y alumnos integrantes de la Escuela y éste será de acuerdo al mayor porcentaje de opinión manifiesta de los votantes,

3.- Previa a la realización del Plebiscito deberán de celebrarse asambleas de profesores y alumnos que en sus respectivas escuelas para que designen a sus correspondientes representantes, y sean éstos quienes certifiquen la autenticidad de maestros y alumnos de quienes participen en el Plebiscito. A esta comisión le corresponderá recibir las votaciones y conjuntamente con los notarios públicos realizar el cómputo e informar del resultado.

4.- Para la realización del Plebiscito previamente deberá lanzarse la convocatoria a todos los miembros de la comunidad universitaria, para que asistan en sus diferentes escuelas prefijándoles día y hora, a fin de que puedan participar en el mismo, dándole a dicha convocatoria la más amplia difusión posible, además de la notificación acostumbrada para la junta de profesores yalumnos que normalmente se acostumbra en cada Escuela.

5.- El resultado del Plebiscito comprometerá al Consejo Univesitario a ejecutar las decisiones de quienes pertenecemos a la comunidad universitaria.

 

          Considerando que las soluciones al conflicto deben ser lo más rápido posible, para no continuar debilitando la vida universitaria pedimos a ustedes den constestación a nuestra solicitud en un plazo no mayor de 72 horas.

 

A T E N T A M E N T E

 

ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

 

Lic. Marco A. Encinas, Lic. Reynoso Dávila, Lic. Miguel Angel Soto Lamadrid, Lic. Sergio Torres Gallegos, Lic. Gillermo Torres Díaz, Lic. Luis E. Navarro, Lic. Rodolfo Díaz C., Lic. Ma. Teresa González, Lic. Carlos Cabrera F. (y cinco más).

 

          Respecto a las pláticas para llegar a un acuerdo en el primer Contrato Colectivo del STEUS, ellas iban por buen camino, aunque en un momento fue preciso que el C. Gobernador Carrillo Marcor interviniera para acelerarlas, pues había detalles del clausulado que estaban retrasando el arreglo.

 

          Por fin el día 10 de junio, una semana después del referéndum, ante la presencia del Gobernador se firmó el Contrato Colectivo dando término a una huelga que por 3 meses mantuvo paralizada a la Universidad. Dentro de los logros más importantes, el Sindicato obtuvo la aprobación de la puesta en marcha de una Guardería Infantil y la donación de un terreno para construir un fraccionamiento para los trabajadores, además de prestaciones de orden laboral.

 

          La entrega de las instalaciones tuvo lugar el día 12 de Junio ante la presencia de autoridades universitarias y miembros del Sindicato, aunque dicho evento fue considerado simbólico ya que los miembros del Frente Unido Estudiantil (FUE) afirmaron categóricos: “continuaremos en la rectoría hasta que el Consejo Universitario dé a conocer si va a implementar o el Plebiscito, que es una demanda de la base estudiantil y magisterial... se ha cumplido una parte de las demandas de la coparticipación de trabajadores y estudiantes, y es la que se refiere al STEUS; pero falta otra, que es la salida de Castellanos”. La cerememonia de entrega fue algo confusa, ya que algunos de los presentes agredieron al Ing. Gabriel Ibarra Félix y a Lauro Silva, quienes fungían como Coordinadores Ejecutivos de Ingeniería y Economía; la ceremonia pactada a las 10:00 horas se interrumpió debido a los acontecimientos, siendo necesario intentar otra a las 15:00 horas sin la presencia de los antes mencionados y  bajo la supervisión del secretario particular del Gobernador, Lic. Alfonso Molina Ruibal, condición ésta que el Rector más tarde reprobó.

 

          Por su parte el Frente Unido Estudiantil tomó la decisión más tarde de abandonar también las instalaciones universitarias, “para evitar que se diga que somos un obstáculo para la normalización de las clases en las Escuelas que no las tienen, y para dar cabida a la implementación del plebiscito”.

 

           El día miércoles 16 de Junio, el Consejo Universitario declara ilegal la implementación del mencionado plebiscito mediante el cual se definiría la permanencia del rector A. Castellanos; la votación fue de 26 consejeros en contra, 8 a favor y  6 abstenciones. La explicación de la ilegalidad, al decir del entonces abogado de la Universidad Lic. José Antonio García Ocampo, es muy sencilla: “los gobernados pueden hacer todo lo que no prohibe la Ley, mientras que las autoridades solo pueden hacer lo que la Ley les faculte”... bastante claro.

 

          Mientras tanto, los preparativos para tratar de normalizar las actividades académicas ya se habían iniciado, entrando las autoridades a la Universidad para dar una evaluación y tomar las decisiones más convenientes. Las Escuelas de Agricultura y Ganadería, Economía, Contabilidad y Administración e Ingeniería estaban totalmente paralizadas, no así las de Altos Estudios, Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias Químicas, Enfermería y Trabajo Social, donde las actividades se desarrollaron parcialmente, y de acuerdo a sus Coordinadores, a fines del mes de Julio podrían concluir con el programa académico. El Consejo Universitario, por su parte, se prepara para las elecciones de nuevos representantes, después de lo cual se procedería a elegir a los nuevos Consejeros Directivos de cada Unidad Académica.

          Días después, el martes 29 de Junio las autoridades de la Universidad de Sonora publican un boletín donde manifiestan que “la Escuela de Ingeniería es de las que resintieron más las consecuencias del conflicto, por lo que prácticamente hubo suspensión de labores académicas. Las labores académicas para reponer el semestre que debió iniciarse en febrero, se reiniciarán el 16 de agosto del corriente año, previa inscripción de los alumnos en los cursos del mismo semestre, debiéndose continuar la preparación de programas de estudio, tesis profesionales, preparación de apuntes, etc., recomendando la planta de maestros a los estudiantes de la Escuela de Ingeniería que deseen recuperar el tiempo perdido, que intensifiquen sus estudios, tomando las materias que su capacidad e interés personales les permitan”. Esta información algo confusa, trataba de suavizar una lastimosa verdad: el semestre se perdería. Los estudiantes de Ingeniería realizan una asamblea general  reaccionando con inconformidad, pues solicitan que se reconozcan ciertos cursos que sí se impartieron normalmente, y en un boletín de prensa señalan: “los estudiantes de Ingeniería Civil queremos hacer pública nuestra denuncia por el arbitrario proceder del rector Castellanos y del Coordinador Ibarra, quienes han declarado inválida la inscripción en nuestra Escuela, a pesar de que el 40% aproximadamente de las materias han sido impartidas normalmente. En el entendido de que el sistema de créditos que funciona en la Escuela posibilita sean acreditadas materias cursadas, como es el caso de los cursos de verano que fueron impartidos en años pasados, exigimos sean reconocidos oficialmente los cursos, ya que por ellos ha estado pagando la población del Estado. Exigimos un pronunciamiento público de esta situación específica en nuestra Escuela”.

 

          Nada de ésto sirvió, y ese año de 1976 se tuvieron las vacaciones de verano más amargas para los estudiantes de la Escuela de Ingeniería, incrementándose el descontento en contra de las autoridades y del Coordinador Ejecutivo que apenas iba en la mitad de lo que sería su primer período.