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normal'>DESEO HIPÓCRITA
Por
Fernando A. Galaz
Enero 10 de 1957
De la
elegante cantina “Jockey Club” situada en Hidalgo y Comercio y dirigida por el
mejor cantinero de la época, Manuel “Chango” Palafox, esa mañana del 20 de abril
de 1912 salió la simpática y popular borrachita “
Obregón,
atendiendo el llamado del Gobernador Maytorena, se
había presentado con 300 hombres en su mayoría Mayos y el señor Eugenio Gayou, Jefe de
José Inés
Salazar, Antonio Rojas y Emilio Campa, aguerridos cabecillas Orozquistas habían invadido al Estado posesionándose de
algunos pequeños pueblos del norte, y amenazando avanzar a plazas de mayor
importancia.
El Gobierno
concentró algunos contingentes militares en Agua Prieta y el 02 de Junio de
1912 partió Obregón con su gente, llegando al Puerto fronterizo el 08 del mismo
mes, donde ya se encontraba el General Lucio Blanco, y unos días después, fue
designado el General Sanginés Jefe de
En los
primeros días de Julio salió la columna y al pasar por Colonia Morelos, se le
incorporó al Mayor Salvador Alvarado con 150 hombres. El 10 de Julio acamparon
en Colonia Oaxaca; en este lugar permanecieron algunos días y luego marcharon
por el Cañón del Púlpito, siguieron y acamparon en el Rancho “Las Varas” y el
26 de Julio la columna con su Cuartel General se estacionó en
La madrugada
del 31 de Julio de 1912, el enemigo inició el combate con fuerte fuego de
artillería, cesaron los truenos y en seguida una columna de caballería atacó con
ímpetus de demonios furiosos y atrás de la caballería apareció la infantería.
Cuando iniciaban la retirada los infantes, Obregón, aprovechando un momento de
vacilación del enemigo, simuló un ataque de frente, desplegó la caballería por
los flancos, la que con alaridos y furia de dementes hizo huir al enemigo
dejando en el campo municiones, heridos y tres cañones que meses antes los orozquistas en Rellano, Chihuahua, le habían quitado a los
Generales Téllez y Rábago.
En esos
meses de 1912, la figura militar que más brillaba era la del General Victoriano
Huerta, por las derrotas que le había inflingido a Pascual Orozco en Bachimba y en Reliano, lugar este
último en que el 12 de marzo de ese mismo año, Orozco con sus tropas había
derrotado en toda la línea a las poderosas columnas del General José González
Salas. El General, pundoroso militar, abatido
moralmente por su derrota se levantó la tapa de los sesos a bordo de su tren el
13 de marzo de 1912.
El 31 de
Agosto, Obregón se encontraba en Sabinal, Chihuahua,
y el General Sanguinés le dijo que al día siguiente
pasaría el General Huerta y tendrían que hacerle los honores de ordenanza. En
efecto, al siguiente día llegó Huerta; Sanginés le
fue presentado a los Jefes y al hacerlo con Obregón, le dijo: “General, me
agrada presentar a usted al Teniente Coronel Alvaro
Obregón, quien quitó a los orozquistas la artillería
en la batalla de “Ojitos”. Huerta le tendió la mano a Obregón diciéndole: “Ojalá que este Jefe sea una promesa para