LOS SUPERSTICIOSOS
Por Mario Pineda Cruz
30 de Mayo de
1984
México D. F.
Antes de entrar a platicar de los extraños hábitos de los más famosos
supersticiosos del béisbol, les contaré una anécdota de Leo Durocher,
famoso manager. En 1964, manejando a San Francisco, a Leo durocher
se le ocurrió que, si llegaban a la novena entrada con el marcador a su favor,
sería de buena suerte que caminara de un extremo a otro del doug
out hacia el bebedero y tomara agua cada vez que su equipo hiciera un out. La cosa no paró ahí; Durocher
juzgó que sería de buena suerte si su coaches
hicieran lo mismo; “cada vez que sacábamos un out en el noveno inning, cinco tipos tenían que levantarse y caminar hacia
el bebedero; aquello parecía un desfile”, dice Joel Amalfitano, actual coach de los Dodgers de Los Angeles.
Pasemos a
los supersticiosos más famosos. Wade Bogas siempre
come pollo y cree que su fuerza viene de ese hábito. Su esposa tiene cincuenta
recetas diferentes de prepararlo; tiene una fijación por los números 7 y 17, así
que siempre hace sus carreras de calentamiento a las 7:17 antes de los juegos y
pidió un contrato por 717,000 dólares en 1984, aunque sólo se quedó con 600,000
dólares. Invariablemente escribe con su bate la palabra hebrea “chai” que significa suerte antes de batear.
Vic Davalillo, famoso venezolano que jugó en
Rafael
Batista “El Gallo”, dice Jerry Hairstone
(Chicago), que estando en
Spook Jacobs siempre llevaba su bat al vestidor y le ponía algo;
cuando le preguntaron que le hacía, le respondió: “le aplico Colirio Eye-mo para que agarre ojo
bateador”.