UNA ESCUELA NOTABLE

Por Ramón F. Zamora

 

En el año de 1873 el Ayuntamiento de Hermosillo, haciendo grandes esfuerzos, aumentó en una escuela más las ya existentes que eran dos; una de niñas y otra de varones. Nombró directora de esta tercera escuela a la Srita. Guadalupe Camou, seguramente emparentada con las personas actuales que llevan este apellido. Le asignó un sueldo de 30 pesos mensuales pagándole la renta de la casa y dotándola de útiles, bancos, etc. Había crisis en el tesoro municipal, y para sostener esta escuela hizo algunas economías a saber: suspendió al Jefe de Policía, a dos policías de día y a dos serenos, y además, suspendió el pago de la deuda municipal por varios meses porque según dijeron los ciudadanos regidores del ‘73, era más importante una escuela que todo lo demás, ya que la “educación es la base del adelanto de los pueblos y el pan espiritual de la gente”; así dice el acto textualmente. Pasados algunos meses, los regidores hicieron una visita para ver el trabajo de la Srita. Camou, el adelanto de las niñas, y cual era su sorpresa que calificaron de notable a la preceptora, ya que en dicha escuela además de enseñar lo común y corriente, hizo que las alumnas aprendieran a escribir tanto con la mano derecha como con la izquierda, caso único hasta la fecha, y por ello el Ayuntamiento calificó de notable al referida Escuela y se sintió altamente satisfecho.