ANTECEDENTES
DEL CANAL DE PANAMA
Desde
1501 cuando los españoles llegaron a estas tierras, el Istmo de Panamá se convirtió en un escenario lleno de aventuras
increíbles, un lugar donde el mundo entero puso sus ojos casi inmediatamente después
de que se descubrió. Ubicada en la franja más lluviosa del globo terráqueo, su
exhuberante vegetación y ambiente de paraíso cautivó a los españoles
inmediatamente; un antiquísimo poema alaba su belleza en este párrafo:
“Oh!, tierra de amor y de placer, de suaves y lánguidos días, de horas soleadas y brillantes flores, ¿Cómo podré cantar tanta admiración por
ti? |
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Cristóbal
Colón descubrió esta pequeña franja de tierra al dirigir sus naves por el Atlántico
hasta tocar la costa oriental del istmo.
Vasco Núñez de Balboa,
por su parte, logra alcanzar la ribera
occidental en septiembre de 1513, después de un penoso viaje de 25 días por la
jungla apoyado por un piquete de 1000 indígenas y 190 militares coterráneos; su
gran aportación fue haber descubierto para la humanidad el Océano Pacífico. Balboa jamás regresaría
a este lugar pues a los cuatro años fue ejecutado en España tras una acusación
fraguada por sus enemigos; entre las filas de esta histórica travesía hacia el
llamado “Mar del Sur”, viajaba quien a la postre sería el conquistador de los
Incas en el Perú: Francisco Pizarro.
Vasco Núñez de Balboa (1513)
El
vocablo “panamá” significa
“abundancia de peces”, y por primera vez este nombre fue adjudicado por los
aborígenes a una villa fundada en 1519 por Pedro Arias de Avila (“Pedrarias el
Cruel”) en la costa del Pacífico, muy cerca de la ciudad actual. Este primer
asentamiento seleccionado en forma estratégica
por las autoridades superiores, se convertiría en el centro carga y desembarque
de las avanzadas beligerantes que navegaron rumbo a la conquista de otras
tierras.
Al
tiempo, los españoles construyeron una vía de dos metros de ancho para cruzar
el istmo (“el Camino Real”), sirviendo durante
décadas para el traslado de toneladas de oro y plata proveniente de México y
Perú. Los reyes de España estudiaron la posibilidad incluso de construir un
canal en la década de 1520 a través del
istmo de Panamá, pero la idea fue abandonada por Felipe II quien comentó: “si Dios hubiera querido un canal ahí Él lo
hubiera construido”.
Después
de sortear innumerables conflictos, Panamá floreció en el primer cuarto del
siglo XVII siendo la ciudad más importante después de México y Lima en la época
de la Conquista. El “Camino Real” constituye el primer esfuerzo para unir ambos
océanos en una franja de escasos 80 kilómetros de largo.
El Camino Real de Panamá al Atlántico