LA LIGA DE LA COSTA DEL PACÍFICO

I Temporada

1945-1946

 

El día 25 de junio de 1945, a punto de que finalizara la desagradable pesadilla de la tercera guerra mundial, con un Estado de Sonora apuntalando su progreso bajo el gobierno futurista del Gral. Abelardo L. Rodríguez,  un grupo de empresarios inquietos se reunieron en el Hotel Moderno de Hermosillo para dar a conocer una noticia histórica: por vez primera se organizaría una Liga de Béisbol (en un principio semiprofesional) con equipos de las ciudades del noroeste de México. La nota publicada por El Imparcial dice:

 

ORGANIZAN LA LIGA DEL PACÍFICO (El Imparcial, 26 de Junio de 1945)

Ayer en una importantísima junta verificada en el Hotel Moderno quedó prácticamente constituida la Liga de Baseball de la Costa del Pacífico como resultado del éxito obtenido con la Liga Estatal. Formarán la Liga del Pacífico las Selecciones de Mazatlán, Culiacán, Guaymas y Hermosillo, habiendo quedado descartado a última hora Empalme. Los representantes de las cuatro ciudades hablaron  con toda amplitud sobre el particular tomándose el acuerdo de constituir oficialmente la Liga mencionada. El señor Fernando M. Ortiz, líder local del baseball nos declaró hoy que los Representantes de las novenas de las cuatro ciudades volverán a tener otra Junta, la que se verificará en Culiacán en agosto próximo, pues se piensa que la Liga Invernal se inicie el 28 de octubre y termine el primer domingo de febrero de 1946. Se convino igualmente reforzar cada equipo contendiente con cuatro jugadores estrellas que se tomarán de las Ligas Mexicana y Nacional. Seguiremos informando sobre este interesante asunto.



Es oportuno mencionar aquí que en el verano de 1945, el señor Teodoro Mariscal (de Mazatlán) en compañía de Enrique Peña Bátiz, inició desde Culiacán un viaje muy interesante tocando las principales ciudades del noroeste de México en búsqueda de promotores interesados en construir una Liga de Béisbol Profesional. Don Alfonso Araujo en su prestigiado libro “Historia de la Liga de la Costa del Pacífico” comenta: “… contrataron un automóvil especial que fue manejado por Mario Palazuelos; empezaron a desilusionarse cuando al pasar por Navojoa y Obregón donde no encontraron eco en sus pretensiones”. Pero llegaron a Guaymas y Don Florencio Zaragoza aceptó de muy buen agrado la proposición; en Hermosillo la aceptación fue casi inmediata por parte de Don Juan Chávez Echegoyen, quien junto con Don Fernando M. Ortiz se dieron a la tarea de dar los primeros pasos para la participación de la capital de Sonora en el circuito beisbolero; esta novedosa organización comenzaría ese invierno de 1945 para beneficio de los aficionados al rey de los deportes que se contaban por grandes cantidades, pues baste decir que 5 años antes en un hecho sin precedente en la vida deportiva del país, dos equipos de Ligas Mayores vinieron a escenificar un partido de exhibición para el agrado del público hermosillense y de otras regiones del Estado.


Muchos problemas habrían de surgir en este “experimento” empresarial desconocido para la mayoría de los inversionistas, pero afortunadamente podemos decir que resultó mayormente exitoso pues durante 13 años mantuvo la expectación en el público aficionado, en un evento que se hizo tradicional observándose béisbol de altura desde finales del mes de octubre hasta mediados de Febrero e incluso hasta marzo en algunas temporadas.

 


Estadio de la Casa del Pueblo, Hermosillo Sonora, Octubre de 1945

 

Los primeros Juegos

 

Especulaciones surgieron antes de que se lanzara la primera bola. Unos equipos no estaban del todo completos, como es el caso de Hermosillo, pero aún así el proyecto continuó según lo planeado. En esta primera campaña cuatro sólidos equipos armarían el campeonato:  Venados de Mazatlán, Ostioneros de Guaymas, Tacuarineros de Culiacán y Presidentes de Hermosillo. Las capitales de los Estados de Sonora y Sinaloa y dos excelentes puertos de gran movimiento socioeconómico respaldaban las novenas que iniciarían esta aventura inolvidable.

 

Ambos juegos inaugurales comenzaron el día 27 de octubre de 1945; en Hermosillo, en punto de las 15:00 Horas, los “Presidentes” o también llamados “Queliteros”, saltaron al terreno después de una vistosa ceremonia para enfrentar a los Venados de Mazatlán en un partido de inauguración, mismo que resultó muy emotivo pues el marcador concluyó empatado a cinco carreras. Este sería el primer partido jugado por una novena Hermosillense en un torneo profesional de baseball el cual quedó sin vencedor pues fue suspendido debido a que a “alguien se le ocurrió que ya no había luz”, según el reporte periodístico.

 

Estadio Antiguo de la Casa del Pueblo (Explanada Entre las Tierras de Cultivo, 1930-40 Aproximadamente)


Un excelente trabajo del “Güero Torres” en la lomita por Hermosillo fue desaprovechado por el cuadro capitalino al producirse un par de errores importantes en el juego; lo sustituyó el “Zurdo Rodríguez” quien aceptó la carrera del empate. Por Mazatlán inició Guadalupe Ríos siendo reemplazado desde el primer capítulo por Daniel “la Coyota” Ríos que se vio imponente en cerro de los disparos.

 

Al siguiente día por la mañana, los Mazatlecos doblegaron a la orgullosa escuadra de Hermosillo por marcador de 8 a 2 abriendo el partido el “Zurdo” Alcaraz por los de casa. Por la tarde las cosas estuvieron más parejas pero la victoria se le negó al “Presidentes” llevándose el descalabro  Joe Valenzuela, recién llegado al club. Así las cosas, la primera serie que Hermosillo jugaba en el beisbol profesional resultó en un empate y dos derrotas, ante lo cual el público poco paciente y novato para soportar los desaciertos deportivos salió con desconsuelo. En la prensa se escribió: “si nuestros directores no se mueven un poco en los días que faltan para el encuentro con Guaymas, corre Hermosillo el peligro de tomar en arrendamiento el sótano de la Liga; el equipo local necesita otro pitcher destacado, dos bateadores más de los que convencen, menos capricho personalistas en la dirección y mucha práctica para lograr un buen acoplamiento”... nada más.

 

Encinas Blanco, Angel; “El Béisbol en Hermosillo”

 

En el otro frente, el equipo visitante de Guaymas obtuvo su primera histórica serie al vencer dos juegos a uno a los Tacuarineros de Culiacán. El primer desafío se convirtió en victoria para el serpentinero cubano Julio Alfonso por blanqueada de 2-0, siendo ésta la primera que se observó en la Liga; el descalabro fue para Guadalupe Ortegón. Alfonzola Tuza” Ramírez empató la serie al doblegar a los visitantes por marcador de 6 a 3 perdiendo el encuentro el también cubano Ramón Correa. Todo quedó listo para escenificarse un reñido partido de desempate que quedó en manos de los Ostioneros al son de 3 carreras por 2 llevándose la victoria Aurelio Espiricueta.


Este par de series abrieron el torneo y deben ser recordadas con especial interés, pues desde aquel entonces la pelota ha rodado por espacio de más de medio siglo para beneficio de los aficionados al rey de los deportes.  El primer standing de la Liga marcaba en primer lugar al equipo de Mazatlán, y como hecho curioso, así quedaría en la tabla final de posiciones, con Guaymas en segundo y finalmente Culiacán y Hermosillo compartiendo el lúgubre sótano.

 

Evolución de los Equipos según las Series Programadas

 

Comportamiento General de los Equipos

 

HERMOSILLO: En las primeras series el equipo Queliteros se mantiene a corta distancia del primer lugar, llegando a estar incluso de líder al término de la sexta; sin embargo, en las siguientes 5 semanas pierde 11 y gana 6 ubicándose 5.5 juegos del primer sitio; en las siguientes tres series se mantiene alrededor de los cuatro juegos pero en la número 15 y 16 pierde dos encuentros con Guaymas y tres con Mazatlán desplomándose a 9 de distancia  perdiendo toda oportunidad de ganar la corona;  finalmente concluye a 8 juegos del líder.

 

CULIACÁN: Llegó a estar en primer lugar al terminar la serie No.3 y la No.4, sin embargo, de ahí en adelante jugó para un promedio negativo perdiendo 13 y ganando sólo 3 juegos que lo envía al último lugar de la tabla al terminar la serie No.10; se mantuvo más o menos estable por encima de los 6 juegos del líder en las siguientes confrontaciones llegando  incluso a 9 juegos al terminar la semana 16; finalizó con Hermosillo en el sótano.


GUAYMAS: Es el equipo que ofreció mayor pelea al superlíder Mazatlán. Llegó al  primer lugar en la segunda y tercera series, pero en las seis siguientes gana 8 y pierde 11 ubicándose a 4 juegos del líder; de ahí en adelante se mantiene más o menos estable y al terminar la penúltima semana se ubica a 3 juegos, posición más cercana que pudo obtener. Terminó finalmente a 4 del campeón Venados.


MAZATLÁN: Fue líder en la mayor parte de la campaña. En las primeras 6 series nunca se colocó a una distancia mayor de dos juegos tomando el liderato en la séptima para no dejarlo en el resto del torneo. En este período ganó 21 y perdió 14 manteniéndose a más de dos juegos de distancia del resto de los competidores.

 

El Juego de Campeonato


El efectivo equipo de Mazatlán se coronó campeón el día sábado 23 de febrero de 1946 en su propio parque ante la algarabía de los residentes del puerto. Sucedió que en la última semana el equipo Ostioneros de Guaymas se acercaba peligrosamente a tres juegos del primer lugar Mazatlán, restando tres partidos por jugar con la poderosa escuadra roja; Guaymas  tenía que barrer en la serie para aspirar a un partido extra para definir al campeón y Mazatlán no estaba dispuesto a permitirlo.  El primer cotejo celebrado el viernes 22 de febrero fue ganado por los del puerto sonorense con apretado marcador de cuatro carreras a tres, acercándose con ello a dos del primer lugar y la tensión aumenta en el puerto del Pacífico.


Al siguiente día, el manager de Guaymas Agustín Bejerano selecciona a Juan Conde para abrir el partido, pero sólo pudo sacar dos outs: Vinicio García conectó un sencillo por el jardín izquierdo yéndose a la segunda almohadilla en sacrificio de Gutiérrez; se otorga la base intencional a Llamas siendo forzado en segunda por rola de Camacho anclando Vinicio en tercera; sin embargo, un tiro malo del parador en corto que intentaba hacer out a García permite que éste llegue a la goma con la primera anotación; Camacho quedó en segunda; a continuación un sencillo de Regalado manda a la registradora la segunda carrera. Manuel Magallón sigue la fiesta con otro sencillo por encima de tercera acabando la paciencia de Bejerano quien opta por cambiar a su pitcher entrando al relevo Julio Alfonso; el nuevo lanzador obliga a Manolo Fortes a roletear al short stop forzando a Magallón en segunda para concluir esta desafortunada primera entrada para Guaymas; Mazatlán terminaba el episodio con dos carreras de ventaja.


Pero los ostioneros no se quedarían callados y en la parte alta de la tercera sobre el abridor Guadalupe Ríos logra el empate: después de out a Guillermo Ríos, Paco “Loco” Delgado conecta sencillo al igual que Mendoza. “Bacatete” Fernández es ponchado pero el pitcher Julio Alfonso conecta doblete por la raya de tercera llegando a la registradora ambos corredores para una sensacional igualada. Elevado a segunda de Bejerano termina la entrada. Mazatlán vuelve a la carga despegándose ese mismo inning al llegar a tercera Gutiérrez con un hit y error del patrullero derecho Delgado; Camacho conecta un sencillo productor al jardín central y el marcador favorece ahora de nueva cuenta a Mazatlán  3 carreras a 2. Julio Alfonso domina a Llamas en rola a segunda,  a Regalado en elevado al centro y a Fortes en rola al short forzando a Magallón que había conectado sencillo.


Desde este tercer episodio hasta la entrada número trece, Julio Alfonso mantuvo a raya a los rojos del puerto en una increíble demostración, dominando a placer a los desconcertados Venados. En la séptima los Ostioneros empatarían milagrosamente: después de dos outs en elevados cómodos de Mendoza y Bacatete Fernández, Julio Alfonso recibe la base por bolas y Agustín Bejerano conecta sencillo quedando hombres en primera y segunda; acto seguido, en una jugada suicida Julio Alfonso intenta el robo de tercera base sorprendiendo al lanzador Ríos quién envía un tiro desesperado a la colchoneta en malísima dirección para un lamentable error que empata el encuentro a tres. Vargas es dominado en rola a tercera para concluir la entrada. De ahí en adelante el zurdito “Lupe” Ríos, hermano de Daniel, nada permitiría a la escuadra de Bejerano en las seis entradas siguientes.


Mazatlán logró el campeonato en la fatídica entrada número trece cuando el pitcher  cubano Julio Alfonso otorga la base por bolas a Pepe Gutiérrez; enseguida obligó al “Chino Llamas” a batear para doble play y todo indicaba que la entrada terminaría normalmente. Sin embargo el siguiente bateador Daniel Ríos conecta imparable y el “Cartucho” Regalado lo imita quedando hombres en primera y segunda.  El siguiente bat Manuel Magallón es dominado por Alfonso en  fácil rola al short stop pero  increíblemente el primera base Agustín Bejerano, manager también del equipo, suelta el tiro del short stop en un lamentable error que permitió a la “Coyota” Ríos anotar desde segunda la carrera del despegue, para entregar el título de esa forma tan dramática. Un error permite empatar a Guaymas y un error hace ganar a Mazatlán en un increíble partido que cierra en forma emotiva el torneo. Ese día 23 de febrero de 1946 quedaría imborrable en la memoria deportiva de ambas escuadras.

 

Tomado del Libro “El Béisbol en Sonora” de Miguel S. Durazo

 

Daniel Ríos (Mazatlán, “El Venado Mayor”) fue nombrado el jugador más valioso de la campaña; empató con Espiricueta (Guaymas) en victorias con 10; tuvo una efectividad de 2.36 en carreras limpias permitidas con 194 entradas lanzadas, 16 juegos completos y dos blanqueadas; finalizó bateando para .362 cubriendo la primera base y los jardines quedando en segundo lugar detrás de Manuel Arroyo (Culiacán, .375). Manuel Magallón fue campeón jonronero con 6, uno arriba de Rip Russell de Culiacán. El novato del año fue Aurelio Espiricueta que finalizó con 10-4 ganando la competencia a Vinicio García. El lanzador Tacuarinero Alfonso “la Tuza” Ramírez perdió 11 juegos pero fue el campeón en ponches con 78 abanicados.

 

Vinicio García Uzcanga (1924-2007)

 Alineó para Mazatlán en la Primera Liga de la Costa del Pacífico


Esta primera temporada dejó varias experiencias tanto en el público como en los directivos de la Liga. Afloraron problemas que pronto tendrían que corregirse: contrataciones irregulares de extranjeros en algunos equipos, jueces con escasa preparación, parques de pelota con  acondicionamiento deficiente, público  poco paciente sin experiencia para soportar fracasos deportivos, pero más que nada, este primer esfuerzo demostró que los inversionistas y buena parte de colaboradores poseían las agallas suficientes para encarar un compromiso de esta naturaleza y continuar con el objetivo de consolidar una liga profesional. Es fascinante ver como las glorias del pasado del béisbol mexicano tendrían ahora un lugar en invierno para darle a la afición la oportunidad de gozar a plenitud al rey de los deportes con lo mejor del país.


Como se estila en los Estados Unidos, también en esta naciente liga se organizó un partido de jugadores estrellas entre la Selección Sonora y la de Sinaloa. En un principio se dijo que el juego se habría de escenificar en el Estadio de Hermosillo el 5 de febrero de 1946, sin embargo, sin previo aviso se canceló para molestia de los aficionados de la región que ya muchos habían hecho el viaje para el día antes citado. Se argumentó que debido a que el equipo de Hermosillo no andaba muy bien en la tabla de posiciones, poca gente asistiría a la confrontación. El juego se llevó a cabo finalmente en la ciudad de Culiacán el día miércoles 20 de febrero con el resultado de 11-6 a favor de las Estrellas de Sinaloa.


Grandes peloteros mexicanos y extranjeros empezaron a producir los primeros récords, las primeras hazañas deportivas que enaltecen este maravilloso pasatiempo. El público de aquellos tiempos jamás olvidaría aquel cuadrangular panorámico de Manuel Magallón en Hermosillo, la expulsión de Fortes, la entrega deportiva de Bob Lemon que más tarde sería un superestrella en la Liga Americana, el doloroso error de Bejerano en el juego del campeonato para Mazatlán, aquellas 15 entradas lanzadas por Daniel Ríos en un juego que terminó en empate, los poderosos lanzamientos del “Ciclón” Manuel Echeverría o la valentía de Alfonso “la Tuza” Ramírez de Culiacán.

 

Indudablemente que la afición al rey de los deportes empezó a incrementarse con el advenimiento del nuevo circuito; jugar al béisbol se puso más de moda y no faltaron incluso algunas noticias sensacionalistas como la de que Joe DiMaggio vendría a Guaymas. Aunque los fracasos de Hermosillo y Culiacán provocaron algunos enojos, el público esperó ansioso  tras el último out del campeonato la continuación de este esfuerzo deportivo-empresarial que se ha convertido hasta nuestros días en una bella tradición, que aunque ha tenido sus altas y bajas como todo en la vida, es indudable que a pesar de todo llegó para quedarse.

 

Herman Reich (1917-) Cuarto Bat del “Presidentes” de Hermosillo Recibiendo Base Intencional; el cátcher es James Steiner (Culiacán) y el Ampayer Cecil Carlucci de la Primera Liga de la Costa. Las Tribunas de Sol de la Casa del Pueblo Casi Llenas.

 

James Steiner (1915-2001)(cátcher de Culiacán); Primer Pelotero de Ligas Mayores en el Estadio de la Casa del Pueblo. En 1945 jugó para Cleveland y Boston (El Béisbol en Hermosillo, de Don Angel Encinas Blanco).

 

Bob Lemon (1920-2000) (Fotografía de 1952)

Jugó para Indios de Cleveland Durante su Estancia en Grandes Ligas de 1941-42 a 1946-58

Ganó 207 y Perdió 128 con Efectividad de 3.23PCL

Fue Manejador de Kansas City (A), Chicago (A) y Yankees de Nueva York

 

Agustín Bejerano (1909-1972) Jugador Cubano, Excelente Jardinero Central y Primera Base. Bateó para .404 en el Año de 1937 con el Aguila de Veracruz de la Liga Mexicana. Fue Manejador de Guaymas en la Primera Edición de la Liga de la Costa